Vol. 4 Núm. 21 (2014): Crisis inmobiliaria, recesión y endeudamiento masivo, 2002-2011
La crisis financiera mundial de la primera década del siglo XXI tuvo su origen en la creación y diversificación de instrumentos financieros respaldados por hipotecas que con el tiempo entraron en una fase de alto riesgo. Como parte de las perturbaciones de la crisis se promovió una restricción temporal del flujo de crédito, lo que provocó una recesión mundial en 2009; sin embargo, la secuela de sobre-endeudamiento se extendió por el mundo desarrollado, afectando con particular virulencia a las economías más vulnerables de la Unión Europea en los siguientes años. En Islandia, Irlanda, Portugal. Grecia y España, la crisis siguió un patrón más o menos similar: colapso del sector inmobiliario, quiebras bancarias, su rescate con fondos públicos, sobre-endeudamiento, reducción forzada del déficit fiscal, desempleo, aumento de impuestos y devaluación de los bonos soberanos.