Interacción social, convenciones sociales y construcción de valor
Palabras clave:
Karl Marx, Sociedad, ConvencionesResumen
El Capital de Karl Marx puede leerse con distintas intenciones y acentuaciones. El acento que aquí interesa es la influencia del capitalismo en la construcción de las convenciones e interacciones sociales, a partir de la manera particular en que se construye valor en la sociedad. La presente reflexión busca también, entender cómo las convenciones sociales hablan de la relación que existe entre individuo y sociedad.
Descargas
Citas
Karl Marx, El capital. Siglo XXI, Argentina, 2002, t. I, vol. I, p. 43.
Ibid., p. 46.
Ibid., p. 89.
Este entrelazamiento es presente en cualquier sociedad, pues todo el mundo sabe que las aspiraciones de los unos chocan abiertamente con las aspiraciones de los otros, que la vida social está llena de contradicciones, que la historia muestra la lucha entre los pueblos, en las sociedades y en el propio seno de estas. V. I. Lenin, Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo. Progreso, URSS, 1977, p. 26. Aquí hay que resaltar también las aportaciones de K. Kosik y G. Debord al respecto de la sociedad del espectáculo, ya que la imagen aparece como la realidad misma, y la realidad no resulta real más que cuando es proyectada como imagen y se presenta a los espectadores como un espectáculo, no es el hombre en sí mismo lo que es importante, es, como se dice actualmente, su imagen. El hombre es una imagen y la imagen hace al hombre. Kosik, en Alain Finkielkraut, “Entrevista a Karel Kosík: Praga y el fin de la historia”. Vuelta, 207 (1994), pp. 9-13; Guy Debord, La sociedad del espectáculo. Pre-textos, España, 2003.
Jürgen Habermas, Teoría de la acción comunicativa I. Taurus, México, 2002.
La búsqueda de la relación entre los elementos de este binomio que caracteriza a las ciencias sociales en general, se puede ver en la dialéctica de K. Marx, en el hecho social de É. Durkheim, en la construcción de la sociedad de A. Giddens, por mencionar algunos.
Hay que ubicar este evento en el marco de un proceso profundo iniciado en París con la Revolución Francesa, en el cual, durante el año de 1795, se realizó la primera “Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano” —aunque todavía no los de la mujer—, al asumir que la razón pertenece al hombre y es la que lo dota de libertad y capacidad política como ciudadano. Vid. Hannah Arendt, ¿Qué es la política? Paidós/ICE-UAB, España, 1997. También es de considerar que los derechos resultan imprescindibles para asegurar que todos los ciudadanos sean tratados con igualdad genuina, “pues la acomodación de las diferencias constituye la esencia de la verdadera igualdad”. Will Kymlicka, Ciudadanía multicultural. Paidós Ibérica, España, 1996, p. 152.
Enrique Dussel, Historia de la iglesia en América Latina. Mundo Negro-Esquila Misional, España, 1983, p. 50.
Este mundo es una creación de los “hombres” diferente en esencia al hombre en sí, pero que tiene incidencia en la vida particular de los individuos y que marca el curso de nosotros: “pero siempre será el mundo, o mejor el curso del mundo […] el que causará la destrucción de los hombres y no ellos mismos”, en Arendt, op. cit., p. 58.
Descargas
Publicado
Cómo citar
Número
Sección
Licencia
Todos los contenidos de la edición electrónica de la revista Cuadernos Fronterizos se distribuyen bajo una licencia de uso y distribución “Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional” (CC-BY-NC-SA). Puede consultar desde aquí la versión informativa de la licencia.