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Velázquez Rafael, Earl Fry y Stéphane Paquin. 2014. The external relations of local governments in North America after NAFTA: Trends and Perspectives. Mexicali: Universidad Autónoma de Baja California.
Nóesis. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, vol. 28, pp. 116-119, 2019
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Reseñas


Velázquez Rafael, Fry Earl, Paquin Stéphane. The external relations of local governments in North America after NAFTA: Trends and Perspectives. Mexicali: Universidad Autónoma de Baja California.. 2014

Recepción: 17 Septiembre 2018

Corregido: 17 Octubre 2018

DOI: https://doi.org/10.20983/noesis.2019.3.9

A partir de la década de los noventa, nace una época que provee oportunidades a otros actores de incrementar su propia visibilidad de asuntos mundiales. Los gobiernos locales de Norteamérica toman ventajas en aras de generar crecimiento económico y de ampliar sus horizontes con una impresionante noción global. Precisamente esta actuación es la que inspira a los autores de este libro. El objetivo de los escritores es mostrarle al lector, la creciente participación de los gobiernos locales en la región de Norteamérica desde la década de los noventas, así como los efectos de las políticas de seguridad posteriores al 9/11, en las actividades propias de los gobiernos de la región, en materia ambiental, migratoria y de integración territorial.

La obra es un producto académico organizado en seis apartados escritos por ocho distinguidos investigadores provenientes de Canadá, México, Estados Unidos (EUA) y Francia, con elevada preocupación sobre el quehacer de los gobiernos locales ante los enormes impactos globales que en la región se han territorializado.

En el primer apartado, Earl Howard Fry enfoca su investigación en las actividades de los gobiernos de las provincias de Canadá y de México. En específico realiza recomendaciones de cómo pudieran mejorar sus interacciones con los 50 estados, con los miles de condados y gobiernos locales de EUA. Muestra distintas cifras de la gran interacción entre estos vecinos, entre las que destacan que 9 de las 10 provincias canadienses producen para consumo en EUA y 98% de la población canadiense viven en 8 provincias fronterizas o zonas hidrológicas compartidas con EUA.

Por otra parte, el autor discute sobre la distinta relación de los gobiernos locales de México y de EUA. Menciona que, en principio, se debe el modesto vínculo dado el legado de centralización de la autoridad en México y al complejo sistema federal de EUA en sus 50 estados para ejercer autonomía y soberanía desde el distrito de Columbia, Puerto Rico, las Islas Vírgenes, etc. Propone un cambio para una reacción más rápida ante los desafíos y las relaciones más complejas desde el 9/11.

El autor menciona una serie de propuestas, entre éstas, se inclina a favor de un TLCAN plus, libre movimiento de bienes y trabajadores así como de armonizar las políticas al estilo Schengen y una unión monetaria, educativa, de investigación compartida. Habla de lograr la verticalidad en las acciones de gobierno para orientar estratégicamente funciones prioritarias e integrar los instrumentos de política exterior subestatal dentro de una visión integral. Se comparte con el autor que los fenómenos que trascienden a través de las fronteras trasnacionales (flujos económicos, desafíos del ambiente, crimen, entre otros) son intensos y es vital reconsiderar la actividad de los gobiernos locales. Siendo importante, por ejemplo, la labor diplomática evidenciada en el Registro de Acuerdos Interinstitucionales (RAI) de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, el cual contiene un número limitado y con sincronía diversa de acuerdos, debido a que la dinámica que ejercen los gobiernos locales es independiente.

Mientras en el segundo capítulo, Stéphane Pachin subraya la importancia que significaron las negociaciones del TLCAN para las provincias canadienses en el terreno comercial, en conjunto con el gobierno central. Según el autor, por primera vez en la historia de las negociaciones comerciales de Canadá, los gobiernos provinciales se asignaron lugares en la mesa para las diferentes fases de deliberaciones del TLCAN. Dicha actitud participativa y entendimiento intergubernamental solo semejante a lo visto en las disputas enfrentadas en el seno de la OMC y en los Acuerdos de Kyoto.

Enseguida, Jorge Schiavon presenta información detallada sobre cómo viven la diplomacia los gobiernos mexicanos con su contraparte norteamericana. Es interesante pues el autor busca responder: ¿por qué se da este creciente dinamismo de actividades?, ¿qué variables explican los grados de diplomacia observada?, ¿son eficaces las relaciones internacionales de las entidades federativas mexicanas con sus contrapartes de América del Norte? Schiavon argumenta que precisamente el TLCAN fue un factor importante para incrementar la cooperación de los estados mexicanos con otros actores dentro de la región de Norteamérica.

Basta recordar que entre 2004-2009, los gobiernos más visionarios en la construcción de un tejido de interrelaciones con homólogos de la región son los del Distrito Federal, Jalisco, Baja California, Coahuila, Nuevo León, Chiapas, con más de más de 300 registros en conjunto, en áreas como cultura, educación, turismo, comercio, inversión, etc. Solo agregaría, que en los enlaces construidos, poca intensidad se tiene hasta el momento con las provincias canadienses.

Por su parte, Roberto Domínguez presenta un estudio de los cinco estados del noreste de EUA, que particularmente comparten su frontera con Canadá. Con un bosquejo teórico sobre las relaciones globales, regionales y transfronterizas, menciona que la relación está asociada, más no determinada, por la interdependencia en el crecimiento económico y los procesos globales. A diferencia de casos europeos, como el de Alemania y Bélgica, que claramente hacen política externa, los gobiernos locales en los EUA continúan en el tradicional enfoque del concepto de paradiplomacia. El autor sugiere que para mejorar las futuras relaciones internacionales, es necesario que los gobiernos locales desarrollen instrumentos legales y políticos.

Claramente el autor pone a discusión el tema de “gobernanza territorial”. Plasma casos particulares al respecto, como el papel proactivo de estados, ciudades y universidades de EUA en temáticas globales; Quebec y Ontario miembros del Consejo de gobiernos estatales de EUA; y un sin número de conferencias realizadas por los gobiernos desde antes de 1994 para la implementación de políticas y programas en áreas como desarrollo económico, transporte, medio ambiente, energía, salud, infraestructura, entre otros. Subraya el autor que es naturalmente inductivo la integración regional, pero se debe envolver en instrumentos legales y políticas donde participe de la sociedad civil.

Continúan, Georges Tanguay y Marie-Christine Therrien con un estudio sobre las políticas de seguridad, particularmente comparan el programa de frontera inteligente y el Acuerdo de Schengen, bajo el lente de los niveles de cooperación y coordinación implicadas. Los autores argumentan que la seguridad nacional es un bien público y de ahí el análisis en un contexto estratégico. Mencionan que políticas fronterizas eficientes requieren de la cooperación entre países. Sin embargo, existen factores que obstruyen la cooperación y coordinación como la soberanía y número de participaciones de los países.

A través del ejemplo “el dilema del prisionero” explicado en el apartado, destacan que a pesar de que los acuerdos que pudieran lograrse disminuirían los costos de transacción que se tiene en la región, con la consideración y comparación de distintos factores, los autores muestran que EUA y Canadá podrían alcanzar la seguridad global óptima utilizando políticas fronterizas independientes, y no sería necesario un perímetro de seguridad común en la frontera compartida.

El último capítulo, fue escrito por Adriana S. Ortega y Rafael Velázquez en torno al federalismo migratorio en Norteamérica después del TLCAN. Citan que debido al aumento en el dinamismo migratorio existe una reorganización de las comunidades poblacionales de los gobiernos locales y una diversidad étnica, socioeconómica y demográfica. Por tanto, los gobiernos deben dar varias respuestas a estos flujos en sus territorios, como implementar acciones relativas a: legislaciones restrictivas, selectividad, promoción de la integración de migrantes y protección a sus derechos. También afirman que estas propuestas presentan limitaciones en la práctica local debido a las políticas federales unilaterales sobre la migración en México, EUA y Canadá.

Aunque se piense que para las localidades estadounidenses de la frontera con México, la trasmigración signifique, primeramente, una disminución del salario medio en algunos sectores por la posibilidad de una demanda de empleo muy elástica. Los autores proponen que estos actores locales incrementen sus políticas ante el fenómeno migratorio influido por la liberalización comercial TLCAN y la inversión en la región, puesto que los tres países viven el problema de la inmigración irregular.

Por supuesto, es indiscutible la trascendencia que dentro de la movilidad espacial tiene la migración y circulación en la zona México-EUA. Agregan los autores que la primera es una modificación permanente o semipermanente del lugar de residencia y la segunda se refiere a los desplazamientos cortos, reiterativos o cíclicos. Precisamente en este apartado, se coincide con los autores que la participación de los gobiernos locales puede favorecer o volver imposible la transmigración pues en estos espacios se vive diariamente el fenómeno e impactos colaterales (necesidad de transporte, educación, casa, empleo, atención médica, entre otros). Cabe destacar que aunque es un asunto federal, en el federalismo como sistema político existe un margen de acción subnacional para los actores.

Sin duda, The external relations of Local governments in North America after NAFTA: Trends and perspectives, es un libro único en la temática para la región norteamericana, con fuerte rigor académico asumido por los investigadores participantes. En mi opinión, rescata la visión territorial como parte de las directrices trascendentales de la noción básica de un proceso de desarrollo, donde la solidaridad entre actores, con actitud visionaria ante los desafíos y la corresponsabilidad de los actores en los propios espacios, es indiscutiblemente imprescindible. Conocimiento del tópico y abordaje ausente en la reciente renegociación del ahora Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá.

Notas de autor

[1] Grado: Doctorado.

Especialización: Economía regional.



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