La cultura de la ética, un compromiso de toda la vida
Dra. Nelly Gordillo Castillo
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

¿Qué es la ética?

Esta pregunta, en apariencia sencilla, ha desconcertado a filósofos, científicos y personas de todas las edades y orígenes a lo largo de la historia. Desde la curiosidad de un niño hasta la sabiduría acumulada de un anciano, las respuestas a esta cuestión fundamental varían de manera sorprendente. Al plantear esta pregunta a una niña de 9 años respondió con la inocencia propia de su edad, afirmando que la ética es "ser buena con los demás". Esta joven pensadora ilustró su comprensión sencilla con un ejemplo claro: compartir sus juguetes o alimentos con un amigo durante el recreo, una lección de ética que comienza temprano en la vida, a menudo inculcada por los padres y maestros. Un adolescente de 15 años, en medio de su búsqueda de identidad y valores, ofreció una respuesta más reflexiva, mencionando que la ética involucra "tomar decisiones correctas y justas" y ejemplificó su perspectiva con un dilema ético común en la escuela: ¿debería copiar en un examen para obtener una buena calificación o estudiar honestamente? Esta etapa de la vida marca el inicio de la reflexión sobre las implicaciones éticas de nuestras acciones. Un adulto de 30 años, inmerso en el mundo laboral, definió la ética como "seguir reglas y valores en el trabajo y en la vida diaria". Compartió una experiencia personal en la que tuvo que decidir si denunciar un comportamiento deshonesto en su empresa o mantenerse callado para evitar conflictos, demostrando cómo la ética es esencial en el entorno profesional y cómo la educación formal y el entrenamiento profesional contribuyen a su comprensión ética. Un individuo de 70 años, con la sabiduría acumulada a lo largo de su vida, contempla la ética como "una guía para vivir una vida buena y significativa, basada en principios de justicia y compasión". Relató historias de su vida en las que las decisiones éticas moldearon su camino, desde ayudar a personas necesitadas hasta enfrentar dilemas éticos en su carrera profesional. Esta etapa refleja la madurez de la comprensión ética a lo largo de toda una vida, que se nutre de experiencias personales y una formación continua en ética.

Aprender sobre ética dentro y fuera de casa

La educación en ética, aunque no siempre sea formal, a menudo comienza en el hogar y en la escuela. Los padres, tutores y maestros enseñan a los niños principios éticos básicos, como la honestidad, el respeto y la empatía. La educación media y superior a menudo incluyen cursos de ética como parte de programas académicos en diversas disciplinas. Los estudiantes pueden aprender sobre la ética en su campo de estudio específico y cómo aplicarla en su futura carrera. Muchas profesiones tienen códigos de ética específicos que los practicantes deben seguir. Durante la capacitación y el desarrollo profesional, las personas reciben formación en estos códigos y en cómo aplicarlos en su trabajo. Las empresas y organizaciones a menudo ofrecen capacitación en ética a sus empleados. Esto puede incluir la promoción de un ambiente de trabajo ético, la prevención de conflictos de intereses y la toma de decisiones éticas en el entorno laboral. La ética no es estática; evoluciona con el tiempo y las circunstancias cambiantes; la formación en ética puede ser un proceso continuo a lo largo de la vida de una persona, a medida que enfrenta nuevas situaciones y dilemas éticos. Las experiencias personales también contribuyen a su formación ética, ya que reflexionan sobre las decisiones tomadas y los resultados obtenidos.

Superando desafíos éticos

Entonces, ¿cuáles son los obstáculos que desafían nuestra capacidad para abrazar la ética como un estilo de vida? En la búsqueda de objetivos personales o profesionales, a veces nos enfrentamos a situaciones en las que los intereses personales pueden entrar en conflicto con principios éticos. Tomar decisiones éticas en tales circunstancias puede ser difícil. La presión del grupo o la sociedad a menudo ejerce influencia sobre nuestras decisiones y puede entrar en conflicto con lo que creemos que es ético. Algunos dilemas éticos son complicados y carecen de respuestas claras. Enfrentar decisiones morales complejas puede ser abrumador y requerir una cuidadosa reflexión. En ocasiones, optamos por lo más fácil o conveniente en lugar de lo que es éticamente correcto. La falta de voluntad para enfrentar la incomodidad de tomar la decisión ética puede ser un obstáculo.

El costo de las decisiones sin ética

En el ámbito personal tomar decisiones poco éticas puede generar sentimientos de culpa y remordimiento, pudiendo afectar negativamente la salud mental y el bienestar emocional. La falta de integridad puede erosionar la autoimagen y la autoestima, llevando a una percepción negativa de uno mismo. Estas decisiones pueden llevar al aislamiento social, especialmente en comunidades pequeñas o estrechamente conectadas y tener un impacto duradero en las relaciones y la confianza mutua. En el ambiente laboral puede dañar la reputación profesional de una persona y dificultar su progresión, además de generar conflictos afectando la moral y la colaboración entre colegas. En algunos casos, las acciones poco éticas pueden tener consecuencias legales, como demandas o sanciones, asimismo, pérdidas financieras significativas y el colapso de empresas. En organizaciones y gobiernos pueden tener un impacto perjudicial en la sociedad en general, como la desigualdad, tener un impacto adverso en el medio ambiente y la sostenibilidad a largo plazo o la falta de acceso a recursos básicos, además de afectar su imagen y relaciones con otras naciones.

Mejorando personalmente a través de la ética

En la búsqueda de una vida más ética, es crucial reflexionar sobre nuestros valores personales y principios morales, es un compromiso constante y valioso para construir un mundo más ético y justo. La educación en ética ya sea a través de programas formales o recursos en línea, puede proporcionar una base sólida para comprender mejor los fundamentos éticos. Fomentar la ética en la educación desde edades tempranas y en todos los niveles académicos es esencial para criar individuos éticamente conscientes. Antes de tomar decisiones significativas, es esencial tomarse un tiempo para reflexionar sobre las opciones disponibles y sus implicaciones éticas. Consultar con personas de confianza cuando se enfrentan a dilemas éticos puede ofrecer perspectivas valiosas. La honestidad y la transparencia deben ser pilares en todas nuestras interacciones, mantener la integridad y practicar la empatía es fundamental; cuando nos esforzamos por comprender las perspectivas y sentimientos de los demás, podremos tomar decisiones más consideradas. Cumplir con los compromisos y aprender de errores éticos pasados son pasos importantes en nuestro crecimiento ético. Cuando contribuimos positivamente a la sociedad y promovemos valores éticos en la comunidad a través de la participación cívica es una forma valiosa de aplicar la ética en la vida diaria. En un mundo cada vez más interconectado, es esencial comprender cómo los valores éticos pueden variar entre diferentes culturas y comunidades. También es esencial apoyar causas como la justicia social y la protección del medio ambiente. En el entorno laboral, cumplir con los códigos y promover un ambiente ético es fundamental. La denuncia de comportamientos inapropiados es una responsabilidad ética. En posiciones de liderazgo, servir como ejemplo de prácticas éticas y promover una cultura ética en la organización es un deber. La reevaluación periódica de nuestras prácticas éticas a medida que cambian las circunstancias y las perspectivas personales es esencial para un crecimiento ético continuo.

Hacia una vida ética

A pesar de los obstáculos, cada uno de nosotros tiene la capacidad de ser una persona ética. Podemos hacerlo al reflexionar sobre lo que creemos y aprender siempre más sobre cómo ser mejores personas. La ética no es algo que se logra de una vez y ya está, es un camino continuo. Lo más importante es que la ética no es solo una idea abstracta, es algo que nos conecta a todos. Invito a cada uno de nosotros a dar un paso adelante en nuestro camino hacia la ética. ¿Qué pequeña acción ética podríamos tomar hoy? En un mundo donde a veces enfrentamos dilemas, todos tenemos la responsabilidad de tomar decisiones éticas que ayuden a construir un mundo más justo y equitativo para las generaciones futuras.

Referencias

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